Comunicado Nº 8

El camino hacia el Campamento Base.

Luego de la llegada del resto de la expedición, el domingo 3 de junio, el grupo aprovechó de recuperarse, en algo, del agotador viaje que los trajo a Pakistán.

El día lunes 4 de junio, después del mediodía, partimos felices en bus rumbo al norte, donde se encuentran las fronteras de Pakistán, Afganistán y China. El camino estuvo lleno de las curiosidades y excentricidades propias de este país que no nos deja de asombrar. Recorrimos parte de la famosa Karakoram Highway, una carretera que conecta Islamabad con las provincias del suroeste de China. Es mundialmente famosa por la belleza de su paisaje de montaña, pero también es tristemente célebre porque, durante su construcción, más de 800 obreros chinos, perdieron la vida en el proyecto.

Nos acompaña Abdul Manan, nuestro guía y jefe del staff quien estará a cargo de la coordinación de los muchos detalles terrestres que implican una expedición a los Himalayas. Es un hombre originario de Cachemira que refleja en su rostro toda la paz que es posible acumular en una vida entera entre las montañas.

Mnan, nuestro guía y oficial de enlace

Luego de dos días de viaje en bus, estamos listos para adentrarnos en el esperado valle del Diamir. Esa tarde, encaramados en el pick up en un jeep viejo pero fiel, nos asombramos al ver, por primera vez, la cumbre nevada de la montaña que nos ha tenido soñando durante los últimos dos años: el Nanga Parbat.

Inicio de la travesía

Arriba: Bunar, nos bajamos del minibus que nos trajo desde Islamabad y ahora seguimos quince personas arriba del jeep. Abajo: Algunas de las dificultades que tuvimos que sortear.

Iniciamos la aproximación final a pie. Llevamos 1.000 kilos de carga y en la faena de transportarlos nos ayudan 80 porteadores dirigidos por sus capataces, aquí conocidos como Sirdars. Todo es nuevo e interesante y cada cosa nos llama profundamente la atención. Cada porteador defiende, como si en eso se les fuera la vida, el tambor o bulto que les fue asignado. En las mañanas discuten acaloradamente para hacer valer su derecho de llevar la carga. Y la razón es simple; somos la primera expedición de la temporada que entra en el valle y el porteo de carga es una fuente de ingreso importante para la economía de estas comunidades.


Uno de los cuatro Sirdar (chaqueta azul) hablando con alguno de los ochenta y cinco porteadores

Avanzamos por un sendero que remonta casi 4.000 metros de altura, maravillados por un paisaje de montañas lleno de vegetación y árboles coníferos. Definitivamente muy diferente de lo que hemos visto en otras expediciones a los Himalayas o en nuestros queridos Andes.


Campo 2 en la aproximación, a tres horas del Campo Base

Luego de tres días de caminata bajo un calor inusual para la altura a la que nos encontramos, estamos instalados en nuestro Campo Base (4.200 mts.). Tenemos una vista maravillosa a la pared Diamir del Nanga Parbat y podemos ver toda la ruta Kinshofer.


El equipo Nanga en el Base, con la Pared Diamir del Nanga de fondo

El tamaño del cerro es descomunal, está lleno de nieve y estamos muy contentos de estar, por fin, instalados con todo nuestro equipo a los pies de esta preciosa montaña.


Una de las primeras vistas de la Pared

Tenemos muy buen tiempo y todos estamos gozando de buena salud. Después de un par de días de aclimatación, iniciaremos el plan de ascenso que nos hemos propuesto, porteando carga al Campo 1 e iniciando el equipamiento de la ruta.

Saludos a todos y será hasta el próximo despacho!