Comunicado 10

Equipando la llave de la montaña (Muro Kinshofer)

Hace trece días que nuestra expedición se encuentra instalada en el Campo Base (4.200 mts.), y desde aquí se ha iniciado el trabajo en la ruta que nos acerca cada día más al objetivo que nos hemos propuesto.

Tres expediciones en el Campo Base

Campo Base nevado

El fin de semana pasado experimentamos un frente de mal tiempo que dejó el Campo Base con 30 centímetros de nieve y que obligó a suspender el trabajo por sobre el Campo 1. Los expedicionarios aprovecharon la pausa impuesta por el clima para descansar y recuperar fuerzas, a la espera de una mejora en las condiciones atmosféricas.

Mike Soldner

Ernesto Olivares

En efecto, hacia el martes de esta semana, tres cordadas conformadas por Ernesto Olivares – Cristian García-Huidobro, Carlos Bascou – Francisco Muñoz y Pablo Gutiérrez – Francisco Larrain, subieron al Campo 1 (5.000 mts.) y tuvieron como primera labor agrandar la terraza ya existente para armar una tercera carpa y, con ello, aumentar la capacidad de este estratégico punto de la montaña. De hecho, hemos terminado de portear los casi 500 kilos de equipo, combustible y víveres a este lugar, dejando una plataforma lista para el equipamiento de la ruta al Campo 2.

Camino al Campo 1

Campo 1 con tercera carpa

En este intento, el Nanga Parbat nos ha demostrado por qué es considerado uno de los ochomil “duros” que existen. Tras dejar el Campo 1, nos hemos visto enfrentados a una escalada con pendientes de entre 40 y 70 grados, la mayor parte de las veces con nieve honda y algo de hielo, lo que nos ha obligado a extremar precauciones y ser aún más rigurosos en todo lo que se refiere a la seguridad de los miembros de nuestra expedición.

2 AM Ernesto Olivares partiendo a equipar ruta Campo 2

Canalon (Couloir) Kinshofer entre Campo 1 y 2

En salidas sucesivas a partir de las 3 de la mañana desde el Campo 1, Olivares-García Huidobro, Gutiérrez-Larrain y Bascou-Muñoz, escalan por la cuerda fija hasta los 5.500 metros, dejando un depósito de equipo en ese lugar. El tiempo empeora rápidamente por lo que el grupo decide regresar al Campo Base. En la madrugada siguiente la cordada conformada por Mike Soldner – Rodrigo Echeverría, retoma el trabajo del día anterior y logra poner 200 metros más de cuerda fija y deja un último depósito de equipo y material a 5.700 metros de altitud.

Pablo Gutiérrez en ruta al Campo 2 a 5.500 mts

Rodrigo Echeverría muy cargado a 5.600 mts

El trabajo continúa en manos de Olivares-García Huidobro y Gutiérrez – Larrain, quienes se encuentran en el Campo 1 para, en la madrugada de mañana viernes 22 de junio, salir a equipar los últimos 300 metros que nos separan del famoso Muro Kinshofer. Una vez alcanzada la base del muro, el plan contempla el equipamiento de éste por las cordadas Soldner-Echeverría y Bascou-Garcia-Huidobro, durante el fin de semana.

Aproximándonos al muro Kinshofer

Mike Soldner, punteando la ruta

El Muro Kinshofer es, según muchos autores y escaladores, la “llave de la montaña”. Se trata de una pared con una pendiente de 80 grados en promedio y una longitud de 120 metros, ubicado a 6.000 metros de altitud.Exigirá el máximo de concentración, técnica y esfuerzo físico de parte de cada uno de los miembros de la expedición.

Una vez superado este hito, estaremos en condiciones de armar y equipar el Campo 2, punto decisivo en el éxito de esta empresa.

Carlos Bascou en ruta al Campo 2

Mazeno Peak, desde el Base ( 7.120 mts)

Esta semana hemos presenciado la llegada de dos expediciones más al Campo Base. Una de ellas es Bielorusa y consta de ocho experimentados himalayistas con quienes ya hemos establecido cordiales relaciones. La otra, es una segunda expedición chilena conformada por seis montañistas de la Universidad de Santiago, quienes, a pesar de encontrar diversos problemas en el camino, han logrado alcanzar el campo Base y, de esta manera sumar a las posibilidades de Chile para conquistar su décimo ochomil.

Acuerdo con Bielorusos

Campo 1

En una reunión sostenida en nuestra carpa comedor con las otras dos expediciones, se acordó que los casi 1.300 metros de cuerda fija que ya hemos puesto, sean utilizados por bielorusos y chilenos de la USACH libremente con el compromiso de que, una vez alcanzada la cumbre, sean ellos los encargados de retirar la totalidad de la cuerda colocada por nuestra expedición. En la eventualidad de que ellos se retiren antes del cerro, quedó estipulado que compensarán el trabajo de nuestra expedición entregando el equivalente de cuerda utilizada en cuerda nueva.

Couloir Kinshofer

Esta es la usanza que se estila en las expediciones a esta montaña, cuando se comparten tramos de cuerda fija. Todos nos encontramos absolutamente recuperados de los problemas gastrointestinales sufridos los días anteriores y estamos en perfectas condiciones físicas y anímicas para seguir trabajando con entusiasmo en esta aventura que está marcando nuestras vidas.

Mnan y Nazir observando escaladores en la ruta

Francisco Larraín y el Domo

Un gran saludo desde el Campo Base del Nanga Parbat!