viernes, 29 de junio de 2007

Comunicado 11

Instalado Campo 2 y superada la llave de la montaña

El trabajo en el Nanga Parbat, la montaña desnuda, continúa sin pausa. Esta semana hemos concentrado todas nuestras energías en equipar el Canalón Kinshofer, una pala de nieve que tiene casi 1.000 metros de desnivel y que presenta una pendiente de entre 45 y 60 grados. La tarea ha resultado mucho más difícil y desafiante de lo que imaginamos. Han sido necesarias sucesivas jornadas de intenso trabajo para completar la misión.


Carlos Bascou en la travesía llegando al muro (5.900 m.)


Cristián a los pies del Muro Kinshofer


Ernesto Olivares coronando el Muro Kinshofer (6.100 m.)

Así es como, en una agotadora jornada, la cordada conformada por Cristián García-Huidobro y Ernesto Olivares, apoyada por Pablo Gutiérrez y Francisco Larraín, logró poner el último anclaje en el Canalón Kinshofer. Se completa así la increíble cantidad de 1.850 metros de cuerda fija instalada en el cerro (equivalente a la totalidad de la cuerda fija utilizada en otros ochomiles).

Llegando al muro


Escalada vertical a 6.000 metros


The North Face escalando con nosotros

Este trabajo evidencia el valor que nuestra expedición le asigna a la seguridad por sobre cualquier otro objetivo. Culminan así, casi dos semanas de intenso esfuerzo de parte de todos los miembros de la expedición para asegurar esta difícil parte de la ruta. La entrada al famoso Muro Kinshofer ha quedado lista.

A 6.000 metros de altitud se encuentra esta pared de roca y hielo con una pendiente promedio de 80 grados, de 120 metros de largo y que fuera escalada por primera vez en 1962 por el famoso montañista austriaco Toni Kinshofer. Con ello, abrió una nueva ruta en la cara Diamir del Nanga Parbat, considerada hasta hoy como una de las más difíciles que existen, pero que tiene la ventaja de ser, al mismo tiempo, una de las más seguras. En efecto, en todo el tiempo que llevamos observando a diario esta ruta, no hemos visto caer avalanchas por ella, pero todos los días somos testigos de grandes desprendimientos en otros sectores de la montaña.

Pablo, Ernesto, Mike, Cristián y Rodrigo


Hidratándose con Travel Security


Recibiendo comentarios del Blog, Campo Base

Estando la cuerda fija instalada hasta la base del muro, dos cordadas salen en la madrugada del lunes 24 de junio desde el Campo 1. La cordada conformada por García-Huidobro-Echeverría-Bascou lleva por misión portear los elementos de escalada del muro e insumos necesarios para montar el Campo 2. La cordada conformada por Olivares-Soldner, irá más liviana, punteando la ruta para escalar el muro y fijar la cuerda que permitirá subir y bajar por él con seguridad. Tras una aproximación de 6 horas desde el Campo 1 hasta la base del muro, los escaladores reciben las primeras luces del día con energía. En un lapso de 3 horas Mike Soldner escala el muro mientras es asegurado por Ernesto Olivares, quien luego sube llevando 120 metros de cuerda. Ambos se encuentran en el filo y consolidan nuestra posición en el Campo 2. Todos los escaladores comienzan el descenso con buen clima pero nieve muy pesada. A las 20:30 horas y luego de 21 horas ininterrumpidas de trabajo en la montaña, regresan al Campo Base. ¡El Muro Kinshofer ha sido superado!

Atención dental a un cocinero Pakistaní en el campo base


Francisco Muñoz llegando al campo 1


Atardecer en Campo 1
Aprovechando la pausa en las actividades de montaña, ambas expediciones chilenas compartimos un memorable e histórico almuerzo en el Campo Base donde estrechamos los naturales lazos de camaradería establecidos desde el primer encuentro. Infaltable fue la música chilena, el ajiaco, vino tinto y anécdotas de tantas aventuras compartidas en el pasado.


Compartiendo con expedición de la USACH (Chile)


Pablo, Francisco y Rodrigo esperando el almuerzo

El clima empeora y el pronóstico nos muestra una ventana de buen tiempo de dos días que decidimos aprovechar para portear carga y montar definitivamente el Campo 2. Será necesario un esfuerzo de parte de todos los miembros de la expedición para cargar el equipo e insumos necesarios a fin de lograr dicha tarea. La madrugada del miércoles 27 de junio, los ocho miembros salen desde el Campo 1 con el objetivo de que García-Huidobro, Olivares y Soldner suban hasta el Campo 2, monten el campamento y sean los primeros de la temporada en pernoctar allí. Efectivamente y luego de quince horas de trabajo, el equipo encabezado por CGH, EO y MS logran armar dos carpas en la arista por encima del muro Kinshofer, apoyados por los otros cinco miembros que portean el material necesario para abastecer dicho campamento. El objetivo se cumple luego de otra agotadora jornada de trabajo.


Rodrigo porteando equipo al Campo 2


Parte final de la escalada al Campo


Arista del Campo 2

De vuelta en el Campo Base, dos nuevas expediciones han llegado. Una está conformada por escaladores polacos, eslovacos y un vasco que se encuentran en un proyecto que contempla escalar el Nanga Parbat para luego continuar con el K2. Otro grupo, más reducido, está conformado por dos franceses que pretenden ser los primeros en descender esquiando esta montaña. Con esto, el total de expediciones en el Campo Base es de 5. Todas conformadas por gente muy seria y profesional lo que nos confirma que el Nanga Parbat es, definitivamente, un ochomil que atrae a grandes escaladores.


Campo 1 con nuevas expediciones


Dead Man Climbing, (extenuado)

La tenacidad demostrada por nuestra expedición ha permitido que hayamos sido los primeros esta temporada en montar y abastecer el Campo Base (4.200 mts), el Campo 1 (5.000 mts) y el Campo 2 (6.100 mts. de altitud) y hemos porteado parte de la carga requerida para empezar el trabajo hacia el Campo 3.


Campamento 2 instalado ( 2 carpas)


Celebrando conquista del campo 2


Con más trabajo del que nunca imaginamos, hemos completado otra importante etapa y sentimos la satisfacción de estar trabajando rigurosamente en esta montaña que ha exigido lo mejor de nuestra capacidad física, técnica y mental. Pero además estamos disfrutando intensamente de lo que hacemos. Nuestra salud se mantiene en perfectas condiciones y estamos muy motivados para seguir avanzando en la inolvidable aventura que nos hemos propuesto.

¡Un gran abrazo desde el Campo Base, Nanga Parbat!